Sé que la vida
es una enfermedad mortal,
inevitable.
Desconozco
los oscuros laberintos del olvido
y el recuerdo.
Así puedo soñar
con que los mometos perdidos
me encuentran,
me acunan sosegados.
Anhelar ser otro,
¿Quién no quiere ser otro?
¿Elegir otro rostro, otro pasado?
Me fundo en la silueta que se me ha prestado
y conquisté como propia.
Soy el que soy
y el que antes no fui.
Mañana seré también el mismo,
distinto.
Tambien sé
que hay una grieta que me parte
me muestra otra figura,
cuando me busco ansioso en el espejo.
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