martes, 5 de junio de 2007

llueve...


Estoy oyendo llover,
acurrucado,
y el frío se cuela por las rendijas
de mi ventana.
El calor del radiador no llega,
y encendiendo un cigarro,
tiembla la mano al contar,
por escrito y en forma de verso,
que odio la soledad.

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